Psicología Día a Día, en una de sus modalidades de organización de las sesiones, ofrece distintos tipos de psicoterapia individual para tratar diferentes trastornos de la personalidad, afectivos y otros problemas de salud mental.
Trastornos afectivos, bipolaridad y depresiones
En los trastornos del estado de ánimo como el trastorno bipolar, la distimia o la depresión en sus distintos grados se requiere de terapias en las que el desarrollo de la inteligencia emocional estará muy presente. La terapia cognitivo conductual nos ayudará a identificar y modificar aquellos pensamientos, actitudes y comportamientos nocivos que no estén haciendo sentir peor, aprendiendo maneras de afrontar el trastorno con la estacionalidad que conlleva. Y, también, aprender a controlar las situaciones que nos generan estrés.
Trastornos de personalidad
El trastorno de personalidad límite (TLP) y otros como el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) se puede tratar de forma eficaz desde la perspectiva que nos otorga la terapia cognitivo conductual y otras actividades y técnicas complementarias como, por ejemplo, el Mindfulness o la terapia Gestalt.
Trastornos adictivos
Adicción a las drogas, al juego en sus diferentes modalidades (apuestas deportivas, tragaperras, póker…), consumo de alcohol o de medicamentos pueden tratarse desde la psicología clínica. Abordar la raíz del problema nos servirá de punto de partida para tratar las adicciones.
Trastornos alimenticios
Los trastornos de alimentación pueden llegar a ser sumamente graves si no actuamos a tiempo. El papel de los padres hacia los adolescentes y su capacidad de detección será importante para corregir el problema de forma precoz. Nos referimos a trastornos como la anorexia, bulimia o los atracones de comida.
Trastornos Psicóticos
Muchos de los trastornos psicóticos como la esquizofrenia se pueden tratar para lograr disponer de herramientas para un desarrollo personal óptimo, tanto a nivel social como laboral.
Ansiedad y estrés
Los distintos tipos de ansiedad y estrés pueden tratarse. Y es que, aunque a veces no le demos importancia a nuestros estados de estrés o de ansiedad generalizada, lo cierto es que pueden convertirse en todo un problema personal que nos bloquee y no nos deje desarrollarnos, incluso a nivel de salud mental.